En su informe de investigación de 1976 para la Comisión Europea en Bruselas “El Potencial de sustituir Mano de Obra por Energía”, Walter Stahel and Genevieve Reday bosquejaron la visión de una economía en espiral (o economía circular) y su impacto en la creación de trabajo, competitividad económica, ahorro de recursos y prevención de desechos. El informe fue publicado en 1982 como un libro “Trabajos para Mañana, el Potencial de Sustituir Mano de Obra por Energía”. Hoy esos factores son comúnmente referidos como lo tres pillares de un desarrollo sostenible: ecológico, económico y socialmente compatible.
En 1981, Stahel sintetizó estas ideas en su artículo ganador de premio “El Producto-Vida Factor” e identifico vender utilización en vez de bienes como el modelo final sostenible de una economía en espiral: vender utilización permite beneficios sostenibles sin una internalización de los costes de riesgos y costes de desechos.
En su informe de 1987 “Estrategias Económicas de Durabilidad – mayor producto-vida para bienes como estrategia de prevención de desechos”, Stahel y Börlin demostraron que los actores económicos en un bucle pueden conseguir una rentabilidad mayor que sus competidores en una economía de capacidad de producción. Usando 30 casos estudio, el informe mostró que para que una economía de bucle sea totalmente exitosa, una restructuración de la economía industrial y las condiciones de su programa marco serian beneficiosas.
Como reacción a este informe en 1987, algunos expertos avanzaron la idea de la responsabilidad del producto “desde el cuna a la tumba” como una alternativa a la economía circular, con la ventaja de que de principio a fin era compatible con modelo de economía lineal.
Walter R. Walter R. Stahel, de profesión arquitecto, mostró esta idea señalando que “de principio a fin” es simplemente una superación de marketing para enterradores, porque se apoya en soluciones al final de la línea. Stahel insistió que la solución realmente sostenible era usar bienes durables en un bucle desde “la cuna y volviendo a la cuna”.
Michael Braungart, un químico de profesión, promocionó al mismo tiempo el reciclado de material como una espiral “de la cuna a la cuna”, de nuevo como una reacción al asunto del final de la línea “de la cuna a la tumba”. Stahel y Braungart se reunieron varias veces en una conferencia en Alemania y compartieron sus posiciones para nadar en contra de la corriente principal.
El hecho de que en 1989, expertos alemanes todavía mantenían la posición de que la prevención de desechos era solo posible en procesos de manufacturación, pero no en la utilización de la producción, muestra la naturaleza revolucionaria de estos informes tempranos del Instituto Producto-Vida en Ginebra.
En un informe en 1989 al Ministro de Medioambiente de Baden- Württemberg, Stuttgart, titulado Bienes de Larga Duración y materiales reciclados, Stahel demostró los beneficios competitivos de las estrategias más largas de producto-vida en una economía en bucle, n comparación al reciclaje, y el impacto del diseño industrial apropiado. Los tres casos estudio de este informe están todavía mostrados en la página web www.product-life.org y han alcanzado el mayor numero de impactos en el pasado.
Uno de los casos estudio en el informe “lavado sostenible de ropa” mostró que las ventajas de “vender bienes como servicios” en el contexto de una utilización intensamente compartida: todas las lavadoras son diseñadas para durar sobre 15 años, pero las lavadoras semi-comerciales en Laundromats están diseñadas para producir 30.000 ciclos de lavado en este periodo (comparado con 3.000 de un electrodoméstico casero). Y uso de agua reciclada. El cliente paga una cantidad fija por ciclo de lavado; servicios (agua, energía, espacio), así como mantenimiento y costes de reparación del electrodoméstico están incluidos es este precio. Una página web diferente muestra los orígenes y desarrollo reciente de modelos de negocio de “vender bienes como servicio” y “vender rendimiento”.
Periodistas han elevado la pregunta cuando Stahel ha usado el término “de principio a principio” por primera vez. La fecha concreta en 1980 es difícil de determinar ya que Stahel trabaja y enseña en alemán, francés e inglés, y promovió sus ideas a través de muchas publicaciones, como libros, revistas y artículos en periódicos, pero también en numerosos talleres, poster de conferencias y seminarios en los tres idiomas. Max Börlin, su co-director en aquel tiempo, también trabajó en italiano.
La segunda cuestión así es saber en qué lenguaje fue el término usado por primera vez: en inglés “cradle to cradle”, en alemán von der Wiege zur nächsten Wiege, o en francés d’un berceau à l’autre?
Un análisis de los archivos del Instituto Producto-Vida podría proporcionar la respuesta al cuándo y en qué forma el término “de principio a principio” fue usado por primera vez por Stahel. Otro tema es si esto es realmente la cuestión principal.
En todos estos documentos de 1980, Stahel ha enfatizado la importancia de la economía, ecología y beneficios sociales de una economía en bucle, a la que cada vez más se refiere como economía circular:
- Las diferencias económicas substanciales entre reusar bienes y componentes versus el reciclado de moléculas,
- El axioma del ciclo más pequeño como el más enriquecedor, que ha sido considerado en la definición de estrategias corporativas sostenibles,
- La necesidad de cerrar la responsabilidad del bucle adicionalmente a bucles físicos, especialmente en legislación y hacer política,
- El enlace entre energía/contribución de recursos y creación de empleos en una economía en bucle.
Leer la lista de publicaciones para ver la variedad y salud de la información investigada y publicada por el Instituto Producto-Vida en el ultimo cuarto del siglo 20. Y tener en cuenta que Stahel también trabajó como profesor invitado en muchas universidades en Europa y EE.UU. – y que esos escritos permanecen sin publicarse.